Que nos encanta Berlín es algo que probablemente ya sepais. Llevamos viviendo aquí casi ocho años y Berlín se ha ido conviertiendo poco a poco en nuestro hogar. Eso sí, Berlín es una ciudad bipolar, te lo da todo y también te lo quita, la quieres pero a veces también la odias.
Berlín es cruda, fría, oscura y gris. En invierno la falta de luz y sol te hacen tener menos energía y a veces puedes llegar a sentirte deprimida. De hecho en alemán existe una palabra para ello: Winterdepresion o “la depresión de invierno” así que ya os podéis imaginar cual es la época del año que menos nos gusta. Berlín es cruda, como el carácter de los berlineses, que a veces te ladran y no sabes por qué. El llamado Berliner Schnauze, que se traduce como “el morro berlinés”, se refiere tanto a la manera de hablar de los berlineses (dialecto) como a una actitud que podemos decir que es tosca, descarada, insolente.
La bipolaridad de Berlín
Hay tantas cosas que te lo ponen difícil en esta ciudad que podríais pensar qué nos hace seguir viviendo aquí. La respuesta es sencilla y es que Berlín también es abierta, libre y multicultural. Berlín no (siempre) juzga y te abre la mente para ser más tolerante. Berlín es sinónimo de locura y hay una frase que dice: “Du bist verrückt mein Kind, komm nach Berlin”. (Si estás loco mi niño, ven a Berlín).
En Berlín nos fascina que hay muchísimos lugares por descubrir y muchísimos planes por hacer. Llevamos aquí ocho años y siempre descubrimos algo nuevo. Nos encanta compartir todo lo que conocemos de Berlín en el blog. Sin embargo, hoy hemos contado con la ayuda de algunas bloggers de viajes para que os cuenten cuáles son los lugares que no os deberías perder si venís a Berlín. ¿Os apetece saber cuáles son sus recomendaciones? Entonces seguid leyendo y no os perdáis ni un detalle.
El karaoke de Mauerpark por La maleta de Carla
Visité Berlín durante 10 días en verano de 2018, justo el verano que cumplía 30 años. Desde que conocí al Becario era una ciudad que me moría por conocer porque él había vivido allí dos veranos aprendiendo alemán y siempre me contaba maravillas de la ciudad. Sobre todo me hablaba del karaoke de Mauerpark (en español, el parque del muro). En este parque ponen un mercadillo de segunda mano y foodtrucks todos los domingos, hay gente pintando murales, música en directo y también un karaoke en una especie de anfiteatro.
Se trata de algo que lleva pasando, al menos, 10 años. Todos los domingos de verano (entre abril y octubre más o menos) entre las 15h y las 18h aproximadamente. Y es algo tan sencillo como que un chico llega con su bicicleta, una sombrilla, el equipo de sonido y se pone en medio del anfiteatro y empieza a animar a la gente a que bajen a cantar. Lo cierto es que al principio la gente se muestra tímida, pero media hora más tarde y algunas cervezas después, la gente hace cola para bajar.
Cuando por fin fuimos a Berlín, teníamos clarísimo que esa iba a ser parada obligatoria. Además nos propusimos cantar una canción. Ese domingo caía un día antes de mi cumpleaños e iba a ser una especie de regalo que me hacía a mi misma antes de cambiar de número. ¡Pues intento fallido porque no conseguimos cantar en el karaoke! Aun así, fue una experiencia increíble, el ambiente que se forma en el karaoke es espectacular y se lo recomendaría a todo el mundo.
Eso sí, se ha convertido en algo tan popular que, como consejo, yo os diría que llegarais algo antes de la hora en la que empieza porque el anfiteatro se llena de gente.
Karaoke de Mauerpark
Los búnkeres de Berlín por Viajar por Filipinas
Mi relación con Berlín se terminó de “consumar” en mayo de 2019, cuando tuve la suerte de pasar un par de semanas viviendo en un apartamento en pleno Kreuzberg gracias al housesitting. Fue en el verano de 2007 cuando la pisé por primera vez, pero en un viaje muy fugaz de 2 o 3 días, del que, sinceramente, no guardaba grandes recuerdos. Sin embargo, ahora me declaro una enamorada de ella y no veo el día de regresar a pasar una temporada aún más larga.
Berlín, para mí, es un estado de ánimo, una ciudad que tiene vida propia y que se respira. Más allá de monumentos y museos, me parece una ciudad gamberra, alternativa, dinámica… En definitiva, un lugar en el que vivir e inspirarse. Particularmente, me encantaba pasar comprar una cerveza y disfrutar del ambiente de los jardines junto al canal Landwehr y al coqueto Admiralbrücke. Sin embargo, si tengo que elegir algo para alguien que solo tiene unos días en Berlín es con uno de los tours de Berliner Unterwelten.
Esta organización sin ánimo de lucro, encargada de investigar y proteger el sistema de túneles y búnkeres de Berlín, se dedica a hacer visitas guiadas a través de ellos, mientras narran de una manera muy interesante la historia de la ciudad. Yo me decanté por el Tour M: “Escapes bajo el Muro de Berlín” y, sin duda, fue una de las visitas guiadas más interesantes de todos mis viajes. Caminar bajo el suelo junto a ellos, me llevó a entender mucho mejor el pasado de Berlín y ponerme un poquito en la piel de aquellos que la vivieron. Por cierto, si no te manejas bien con el inglés o el alemán, no tienes por qué preocuparte, también los hacen en castellano.
Bunker de Berlín. Cortersía de Berlin unterwelten
El Burgermeister y el Birgit & Birgit por I am a passenger
¿Hacer una hora de cola para pedir una hamburguesa en un local ubicado en unos antiguos baños públicos debajo de las vías del metro?, ¿estamos locos? No, no lo estamos, y si quieres descubrir uno de los sitios más originales de Berlín, te recomiendo que te armes de paciencia (y de una buena cerveza) y te lances a probar las hamburguesas de Burgermeister.
Está justo a la salida de la estación de metro Schlesisches Tor y tiene algunas mesas para comer allí mismo, además de un pequeño parque justo enfrente en el que puedes sentarte a disfrutar de este manjar.
Hay varios tipos de hamburguesas (incluso vegetariana), pero la que tiene mayor fama es la Meisterburger, con carne, cebolla caramelizada, bacon, salsa barbacoa y mostaza. El precio es más que asequible, desde 4,60€ la hamburguesa sencilla hasta 7,90€ la más cara, a lo que tendrás que añadir las patatas y la bebida. Nosotros pedimos 2 hamburguesas, unas patatas para compartir y 2 cervezas y nos costó 10€ por persona.
Si después de la hamburguesa tienes ganas de descubrir el barrio de Kreuzberg, puedes dar un paseo hasta Birgit & Bier, un biergarten donde disfrutar del ambiente de Berlín con gente local, desde primera hora de la tarde hasta la madrugada, especialmente en los meses de buen tiempo.
Este local tiene una decoración de lo más ecléctica: un jardín con mesas y sillas de madera y metálicas, sillones, guirnaldas de luces, esculturas, un Photoautomat, barras de cerveza, DJ en directo… ¡En el patio hay incluso un coche de choque! Si vas en grupo, es un plan ideal a cualquier hora, pero si vas solo o en pareja, intenta ir un poco entrada la tarde, ya que es cuando más se anima.
Las deliciosas hamburguesas del Burgermeister
El Klunkerkranich por Nomadista
Mi lugar imprescindible para los que vienen de visita a Berlín es el bar de Klunkerkranich. Se trata de un bar/terraza con unas vistas impresionantes de la ciudad y un ambiente genial. La forma para acceder es un poco surrealista porque hay que entrar en el edificio de Karl-Marx-Str. 66, coger el ascensor hasta la última planta, atravesar el parking y llegar a la rampa que sube hasta arriba del todo y se encuentra la terraza. Todo ello sin más indicaciones que las de seguir a la gente que se nota que va al mismo sitio.
La entrada depende de la hora y el día en el que vayas. Puede ser gratis o hasta 5 euros. Si vas justo antes del atardecer en verano, te costará 5 euros y un buen rato encontrar sitio para sentarse en la terraza ¡pero merece la pena!. Se puede comprobar qué eventos hay cada día en su página web, donde anuncian los conciertos, djs y actividades que van a hacer cada mes.
El bar se encuentra en el barrio de Neukölln así que siempre es buena idea comer algo antes en uno de los restaurantes turcos del barrio y subir ya en el atardecer a Klunkerkranich. Mi restaurante favorito de la zona es Azzam (Sonnenalle 54). Os recomiendo el falafel y el halloumi de este sitio lleno de locales, una buena forma de prepararse antes de tomar unas cervezas en Klunkerkranich.
Vistas desde la terraza del Klunkerkranich
La Neue Nationalgalerie por Un poco de sur
La verdad es que recomendar UN solo sitio de Berlín me cuesta mucho, primero porque creo que estoy siendo infiel a muchos otros y segundo porque aunque pasemos por aquí desde hace muchos años (digo pasar porque aunque vivimos aquí en realidad pasamos más tiempo fuera que en la ciudad), aún hay muchísimos lugares que no conocemos de la ciudad. Berlín es enorme y desde luego creo que ni una vida sería suficiente para recorrer todos sus rincones.
Con esto dicho, si tengo que elegir un solo lugar entonces ese sería la Neue Nationalgalerie que casualmente además está en reformas desde hace años y supone que reabrirá sus puertas al público a finales de 2020. Sí, sé que recomendar un lugar que se encuentra cerrado es un poco absurdo, pero siendo sincera conmigo misma llevo todo este tiempo esperando la reapertura con ansias a uno de mis museos favoritos DEL MUNDO. (Actualización: La Neue Nationalgalerie reabrió sus puertas en agosto de 2021)
Si te gusta el arte no puedes perderte esta joya y teniendo en cuenta que ya queda nada y menos para ver sus puertas abiertas creo que es necesario darle la publicidad que se merece. Desde su arquitectura hasta su exhibición hacen que cada segundo de espera seguro haya valido la pena. Eso sí, si la visitas llega en bicicleta, sobre todo si es verano y así de paso disfrutas de la ciudad como es debido.
Actualización: La Neue Nationalgalerie reabrió sus puertas en agosto de 2021.
Neue Nationalgalerie
El Jardín Botánico por Ein Tag mit Pepa
Soy Efi, aunque todos me conocen como Pepa. Soy de Asturias, pero desde hace ocho años vivo y trabajo en Berlín, una ciudad increíble que cada día me sorprende más. Soy la autora del blog eintagmitpepa.com, en el que cada viernes te cuento algo relacionado con el estilo de vida, los viajes o la decoración. Y donde también suelo compartir, todos esos descubrimientos que voy haciendo día a día en la capital alemana y que al menos en mi caso, me permiten camuflarme entre los berlineses.
Y hablando de descubrimientos, si vas a pasarte por aquí y eres un amante de la naturaleza, no te puedes perder el jardín botánico. En alemán, es conocido como Botanischer Garten y te aseguro que si lo visitas, conocerás un Berlín verde y bien diferente, a lo que normalmente te pudieras imaginar.
Mira que ya he visitado jardines, pero de todos ellos, es este el que me parece más auténtico. Situado en Dahlem y de carácter asilvestrado, tiene algo y no sé el qué. Quizá sea un ambiente nostálgico que combinado con el verde de sus plantas, a mí me inspira tanto. O será la tranquilidad que por allí hay, que consigue que me relaje y que me olvide de que estoy en una gran ciudad.
Además conserva un aire de lo más vintage, debido al aspecto de sus invernaderos. Resulta que están lacados en un acero blanco, que combina a la perfección con sus grandes ventanales acristalados. El atrezo perfecto, si te apetece hacerte una fotografía, de esas que quedarán para siempre en el recuerdo. Como dijo Adolf Engler, su director y precisamente la persona que lo mandó construir: “El mundo en un jardín”. Y te aseguro que en este recinto idílico de Berlín, es exactamente así.
Jardín Botánico
El Tiergarten y la Siegessäule por Yolanda Berlín
Llevo un total de 15 años en Berlín y soy una enamorada de esta ciudad. En mi IG enseño lugares menos conocidos por si te apetece salir de la ruta habitual.
Berlín es una ciudad vibrante, cambiante, que te hace revivir la historia más reciente de Europa a cada paso que das por ella. Pero quizás lo que menos conoce y vive el turista que viene a Berlín por primera vez es la cantidad de zonas verdes que ofrece esta ciudad, casi un 15% de su superficie.
Uno de mis lugares favoritos para relajarme, cuando no tengo tiempo de visitar los bosques y lagos de los alrededores de Berlín, es sin duda el Tiergarten. Con sus 210 hectáreas es el pulmón verde del centro y a la vez el parque más antiguo de los 2500 que hay en la capital germana. Tiene casi 500 años de vida y fue creado originalmente como coto de caza.
La mejor manera de recorrerlo es en bicicleta. Pero si no tienes una, puedes recorrerlo a pie empezando desde la Puerta de Brandeburgo, el Parlamento (Reichstag), Potsdamer Platz o Zoo.
Dentro del parque destaco la Columna de la Victoria (Siegessäule), a la que también puedes llegar en el bus 100. Subir sus 285 escalones tiene una gran recompensa: las preciosas vistas de la ciudad, sobre todo en primavera y otoño, mientras te sientes rodeado de miles de árboles. A mí me hacen sentir pequeñita pero llena de vida a la vez. Es una alternativa económica a la Torre de Televisión (Fernsehturm).
En Tiergarten también encontrarás extensas zonas de césped para hacer picnic y tomar el sol con o sin ropa, Biergartens y cafés, monumentos conmemorativos, jardines temáticos, bellas esculturas, una isla, parques infantiles y mesas de ping pong, el palacio Bellevue donde reside el presidente de Alemania, laguitos, estanques y canales, casas-barco, un museo al aire libre de antiguas farolas de gas, el zoo, y ¡hasta un árbol dedicado a Michael Jackson!
Si el tiempo acompaña, no hay mejor lugar para tomarse un descanso en los intensos días de turismo.
Vistas desde la Siegessäule
El parque James-Simon-Park por Traveleando por el Mundo
Traveleando por el mundo se creó en la primavera de 2017 en Berlín, en una de las cafeterías cerca de la Nueva Sinagoga de Berlín. Sin embargo, Ara y yo nos mudamos a la ciudad en busca de un nuevo comienzo, con nuevas oportunidades y un futuro excitante, respectivamente, 4 y 3 años antes. Berlín, nos juntó y nuestra pasión por viajar y compartirlo con los demás nos hizo fundar este proyecto.
Berlín es una ciudad diferente a todas las capitales que hayas visitado. Yo nunca la había visitado antes de venirme a vivir, pero sólo venía a estudiar por un año… ¿qué podría ocurrir? Pues todo ocurrió. La ciudad está llena de oportunidades, puedes vivir sólo comunicándote en inglés si vives en un ambiente más internacional, o puedes masterizar el alemán, como Ara, e intégrate completamente, trabajando en el idioma propio de la ciudad.
A primera vista la ciudad no es bonita como París o Roma, pero borbotea historia en todas sus calles, edificios y parques. ¿Sabías que Berlín es plana, y las pocas elevaciones que existen dentro de la ciudad es una acumulación de escombros de la segunda guerra mundial? Hay muchos hechos importantes en la historia moderna vayas por donde vayas, que han marcado el que hoy sea así, y para mí, es algo muy especial.
Podría nombrar cientos de sitios que son especiales en la ciudad, pero mi lugar favorito, el parque James-Simon-Park, está enfrente de la Isla de los Museos, a orillas del río Spree y con el puente Friedrichsbrücke de fondo. Está conectado al parque Monbijoupark, nuestro favorito para relajarnos tras el trabajo. En este parque puedes hacer barbacoa, verás a gente haciendo deporte, grupos de amigos bebiendo cerveza y músicos tocando sus especialidades. Incluso en la parte cerca del río, a veces hay clases de baile. Los dos parques se unen por un puente bajo las vías del tren que conecta Hackechesmark con Friedrischstrasse.
Al atardecer te deleitarás con los cambios de colores en el cielo mientras disfrutas de las vistas del Bode Museum (Museo de escultura y arte bizantino), del Pergamonmuseum (aquí tengo que hacer una pausa, este museo no os lo podéis perder al visitar la ciudad, ya que alberga la Puerta de Istar de Babilonia, pero no os cuento más, porque es algo que debéis descubrir con vuestros propios ojos), y la Catedral de Berlín.
Sin lugar a duda, visitar la isla de los museos, y terminar el día en el parque con una cerveza fresquita del Späti (comercios abiertos 24h con bebidas), es uno de los mejores consejos que os podemos dar.
Vistas de la Catedral desde Monbijoupark
Tempelhofer Feld por El mundo en Fotogramas
Nosotras no podíamos ser menos y también nos gustaría compartir con vosotrxs nuestro lugar favorito de Berlín: Tempelhofer Feld.
Tenemos que reconocerlo: tenemos debilidad por el antiguo aeropuerto de Tempelhof y es uno de nuestros lugares preferidos de Berlín. Situado en el barrio de Neukölln, este aeropuerto, cuyo origen se remonta a 1909, fue uno de los tres aeropuertos del Berlín Oeste y estuvo en funcionamiento hasta octubre de 2008.
Son 386 hectáreas que ahora se han convertido en una zona recreativa para uso y disfrute de los habitantes de la ciudad y a nosotras nos encanta poder disfrutar de nuestro tiempo libre aquí. Se puede acceder desde tres entradas que están situadas en Columbiadamm, Tempelhofer Damm y Oderstraße.
Como puedes imaginar, las antiguas pistas de despegue y aterrizaje ahora son usados por la gente para hacer footing, patinar, montar en bici, etc. Si vas a visitar el aeropuerto de Tempelhof, te recomendamos que alquiles una bicicleta. Puedes alquilarla en Rent a Bike 44 (Mahlower Strasse 9), que está abierto todos los días de 11:00-19:00 y donde el alquiler para todo el día cuesta 4 euros.
También cuenta con zonas para pasear a los perros, una zona con pequeños huertos urbanos y una zona extensa para picnic y dos zonas de barbacoas. Cuando llega el buen tiempo, nos encanta hacer barbacoas en Tempelhof, siempre y cuando no haga demasiado calor ya que no hay demasiadas sombras.
El aeropuerto de Tempelhof está abierto durante el día hasta el anochecer, por lo que también puede ser una buena opción venir a esa hora y disfrutar del atardecer con una cerveza de späti para después ir a cenar a alguno de nuestros restaurantes favoritos de la zona, como el Club del Burro o el Sahara.
El antiguo aeropuerto de Tempelhof
Y tú, ¿cuál es tu rincón favorito de Berlín? Cuéntanoslo en los comentarios.
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¡Muchas gracias por contar conmigo para este post! Y qué hambre me ha dado… Estoy deseando volver porque me quedan pendientes varias cosas que hacer de esta lista…
Muchas gracias a ti por participar. A nosotras también nos entró hambre leyendo tu recomendación. Cuando vuelvas, echamos unas cervezas juntas y nos desvirtualizamos. Saludos
Mil gracias por contar conmigo, ¡he descubierto un par de sitios que todavía no tengo fichados! ¡Habrá que volver!