Damaraland es el nombre que recibe la tierra habitada por la etnia damara y ocupa la zona entre la Costa de los Esqueletos y el Parque Nacional de Etosha. Es un zona muy amplia con escasa población y servicios, pero que tiene una belleza especial y aquí se pueden realizar actividades muy variadas, como escalada o senderismo, safaris para ver especies adaptadas a climas extremos y visitar pinturas y grabados de los primeros habitantes de esta zona hechos hace miles de años.
En Damaraland hay dos paradas que no te puedes perder en tu ruta por Namibia: Spitzkoppe y Twyfelfontein. En este post te contamos todo lo que puedes ver en estas dos zonas del interior de Namibia.
SPITZKOPPE
El macizo de Spitzkoppe es un lugar impresionante que no tienes que perderte en tu ruta por Namibia y se encuentra entre el desierto de Namib, Swakopmund y Usakos. En esta región se encuentran unas montañas de granito que tienen casi 700 millones de años, cuyo pico más alto es el Gran Spitzkoppe, que se eleva 1.787 metros.
¿Dónde dormir?
La mejor opción es acampar en los Spitzkoppe Campsites, ya que así estarás alojado en el propio parque, a los pies de estos macizos rocosos. El camping tiene diferentes parcelas para poder acampar y hay lavabos y duchas comunes. En la parcela no hay luz, algo importante a tener en cuenta. Es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza, de hermosos amaneceres, atardeceres y cielos estrellados.
El precio por noche en la zona de acampada es de 210 NAD (unos 10 €) y los niños de 6 a 12 años pagan 80 NAD (unos 4 €). En la página web puedes ver las tarifas y la disponibilidad.
Zona de acampada de Spitzkoppe Campsites
Si no queréis acampar, podéis buscar alojamiento en la localidad de Usakos, que es la más cercana.
¿Qué puedes hacer en Spitzkoppe?
Para visitar el Parque de Spitzkoppe se debe pagar una entrada, que cuesta 120 NAD (unos 6 €). Pero ten en cuenta si te has alojado en los campings Spitzkoppe está incluido en el precio del alojamiento. En Spitzkoppe se pueden hacer las siguientes actividades:
Senderismo
Es la actividad más popular y la mejor para poder explorar este lugar tan impresionante. Existen muchas rutas para hacer senderismo en Spitzkoppe y tienen diferentes dificultades. Algunas de ellas solo se pueden hacer con un guía, por lo que te recomendamos que te informes previamente en la recepción. La mejor hora para hacer senderismo es al amanecer ya que el sol no es muy fuerte y, además, la luz a estas horas es preciosa. Las rutas que se hacen con guía son:
- Ruta Pontok: esta ruta lleva hasta el mirador en la cima de Spitzkoppe y se tarda unas 4,5 horas.
- Ruta del cervino: esta ruta es para escaladores experimentados, aunque no se necesita equipo de escalada y se tarda unas 6-8 horas.
- Ruta del círculo bosquimano: esta ruta requiere una buena forma física y se tarda unas 7 horas en completar.
Ver arte rupestre
Cerca del gran Spitzkoppe hay una zona que ha sido asentamiento histórico de los san (los mal llamados bosquimanos o bushman en inglés) y aquí se pueden ver algunas de las pinturas rupestres más famosas de África. Se estima que estas pinturas tienen más de 2.500 años de antigüedad.
Las pinturas se encuentran realizadas en un sistema de cuevas que fueron descubiertas en 1917 por el arqueólogo Ernst Reuning, que fue el primero en hacer las primeras investigaciones. Unos 30 años más tarde el arqueólogo Henri Breuil llevó a cabo una extensa investigación sobre las pinturas y poco después Scherz realizó una descripción detallada de las imágenes. En 1954 fue declarado monumento nacional. Por desgracia, algunas de estas pinturas están bastante dañadas debido al vandalismo.
Este conjunto de arte rupestre no se puede visitar por libre, sino que necesitas contratar a un guía en la entrada. Hay dos conjuntos importantes y, en general, los motivos de estas pinturas están relacionados con motivos asociados a rituales para hacer llover:
- Small Bushman Paradise: es el conjunto más pequeño y más accesible.
- Bushman Paradise: es el más grande y el menos accesible, ya que hay que trepar un poco por la montaña con ayuda de unas cadenas.
Escalada
El gran Spitzkoppe tiene el apodo de “el Matterhorn africano” debido a la forma de su pico, que recuerda a la montaña suiza Matterhorn. Es un buen lugar para los amantes de la escalada. La cara occidental del gran Spitzkoppe se escaló por primera vez en 1946 y desde entonces se ha convertido en un buen lugar para escalar.
Atardecer en Spitzkoppe
Observar las estrellas por la noche
El cielo en Spitzkoppe está libre de contaminación lumínica y por eso, es el lugar perfecto para observar las estrellas por la noche. Uno de los motivos por los que te recomendamos dormir en el camping es precisamente para que puedas disfrutar de cielos estrellados espectaculares.
Observar aves
Spitzkoppe también es un buen lugar para los amantes de las aves, por lo que prepara los prismáticos si quieres realizar esta actividad.
TWYFELFONTEIN
Twyfelfontein es un manantial en un valle flanqueado por laderas de arenisca y la zona estuvo habitada por grupos cazadores-recolectores de etnia san desde hace al menos 6.000 años y aquí se puede ver una de las mayores concentraciones de petroglifos de todo África, así como hacer un safari para ver los elefantes del desierto, entre otras actividades.
¿Dónde dormir?
En la zona de Twyfelfontein existen numerosos lugares para alojarse. Nosotras nos alojamos en Twyfelfontein Elephants Drives Campsite, situado a unos 70 kilómetros de Khorixas. Es un campamento totalmente nuevo, por lo que las instalaciones están en perfectas condiciones. El precio es de 300 NAD (unos 15 €) por noche, los niños entre 7 y 12 años pagan 150 NAD (unos 7 €) y los menores de 6 años no pagan nada. En este enlace podéis encontrar toda la información y reservar.
¿Qué se puede hacer en la zona de Twyfelfontein?
En la zona de Twyfelfontein hay varias actividades interesantes para hacer, por lo que te recomendamos que planifiques dos días para poder explorar esta zona de Namibia.
Visitar los petroglifos de Twyfelfontein
Twyfelfontein es uno de los lugares más populares en Namibia y esto se debe a que aquí se encuentra una de las mayores concentraciones de petroglifos de todo el continente africano. Se pueden ver más de 2.000 grabados rupestres que tienen una antigüedad que se extiende desde incluso 10.000 años hasta el año 1000. Twyfelfontein es una auténtica galería de arte que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2007 por la UNESCO. Los grabados de Twyfelfontein son testimonio de las antiguas formas de vida de los pobladores de esta zona del continente africano y es un visita imprescindible, sobre todo si os interesa la historia y la arqueología.
Petroglifos de Twyfelfontein
Twyfelfontein es un manantial en un valle flanqueado por laderas de arenisca y la zona estuvo habitada por grupos cazadores-recolectores de etnia san desde hace al menos 6.000 años. Estos primeros habitantes fueron los que empezaron a hacer petroglifos y frescos. Hace 2.000 años que se asentaron aquí los khoikhoi, un grupo escindido de los san, que eran son ganaderos nómadas y continuaron el arte en roca que habían iniciado los primeros san. Así, parece ser que fue considerado durante muchos siglos como un espacio sagrado y el lugar se usó como lugar de culto y como espacio donde llevar a cabo rituales chamanistas.
El lugar fue descubierto por los europeos en 1921 por el topógrafo alemán Reinhard Maack, que también había descubierto la pintura de “La dama de blanco” en Brandberg, no muy lejos de esta zona. Eso sí, el estudio de Maack fue bastante polémico, ya que atribuía estos grabados y pinturas a gentes venidas del Mediterráneo porque estaba convencido de que los africanos no podían producir este arte. Durante esta primera época apenas hubo trabajo arqueológico. En 1947 llegó a Twyfelfontein el lituano David Levin con su familia ya que había adquirido unas tierras de cultivo de no muy buena calidad en el valle de Twyfelfontein. Levin fue el primer hombre blanco que se estableció en este lugar. El nombre original del lugar era /Ui-/ /Ais que significa “rodeado de rocas”, pero fue Levin quién bautizó el lugar como Twyfelfontein, que significa “manantial dudoso”. Este colono europeo vivió en una granja con su familia hasta 1967, momento en el que vendieron la granja, que hoy en día se puede ver al inicio de la visita.
En 1950 el arqueólogo Ernst Rudolf Scherz realizó una investigación minuciosa sobre los petroglifos de esta zona y encontró 2.500 grabados y 212 bloques de arenisca tallados. El gobierno de Sudáfrica, que por entonces administraba Namibia, pronto se dio cuenta de la importancia de Twyfelfontein y el lugar fue declarado Monumento Nacional en 1952. En 2007 Twyfelfontein fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Rinocerontes representados en los petroglifos de Twyfelfontain
La antigüedad de las pinturas se extiende desde incluso 10.000 años hasta el año 1000 y ofrecen información muy valiosa de los pobladores de este valle, grupos de cazadores recolectores. Están tallados en rocas de arenisca y para ello se emplearon percutores de cuarzo o sílex para hacer las incisiones en la roca. En general, la mayoría de los petroglifos se hallan en buen estado de conservación, lo que convierte a Twyfelfontein en una auténtica e impresionante galería de arte rupestre.
La mayoría de petroglifos representan, sobre todo, animales como rinocerontes, elefantes, avestruces y jirafas. En algunas ocasiones los animales aparecen representados junto a sus huellas. Es curioso que a veces aparecen representados animales que jamás estuvieron en esa zona, como pingüinos o leones marinos y focas, lo que hace indicar que los habitantes de estas zonas eran nómadas y también conocían la costa de Namibia.
Se cree que los petroglifos representan rituales en los que los humanos intentan conectar con los espíritus de la naturaleza, tal vez para adquirir los poderes de estos animales: su fuerza, su rapidez, tal vez el vuelo de las aves. Esto se ve muy bien en la representación más significativa de todo el conjunto, el conocido como “Lion-Man”. Aquí se representa un león con garras de cinco dedos (en lugar de los cuatro dedos habituales para los leones) y una cola larga que termina en una mano humana, por lo que se podría estar representando la transformación de seres humanos en animales.
Lion-Man en Twyfelfontain
También es muy interesante la representación de lo que parece un mapa arcaico, hecho por estos grupos de cazadores para las futuras generaciones. Aquí se pueden ver círculos, que representan pozas de agua donde los animales se acercan a beber.
¿Qué horario tiene y cuanto cuesta?
El camino hasta Twyfelfontein está bien señalizado y tendréis que indicar este punto en Google Maps: Twyfelfontein or /Ui-//aes, C95C+RR6, D3214, Namibia.
La entrada se hace a través del centro de visitantes que cuenta con baños, una cafetería y una pequeña tienda de recuerdos. El horario de visita es de 09:00 a 17:00 y estos son los precios (octubre 2023):
- Entrada para visitar los petroglifos:
- Adultos: 250 NAD.
- Niños de 8 a 17 años: 200 NAD.
- Niños de 0 a 7 años no pagan entrada.
- Tasa de aparcamiento:
- Adultos: 80 NAD.
- Niños de 8 a 17 años: 60 NAD.
- Niños de 0 a 7 años no pagan tasa.
Guardad el papel de la entrada porque al salir tendréis que enseñar el papel para justificar el pago de la tasa de aparcamiento.
La visita se hace acompañada de un guía que te lleva por la zona de los petroglifos y dura unos 45 minutos. Durante la visita apenas hay zonas de sombra, así que llevad crema, algo para cubrir la cabeza y agua. También es conveniente ir con calzado cómodo porque hay zonas en las que tendréis que subir por piedras y el camino no es accesible para carritos y sillas de ruedas.
Safari de rastreo de los elefantes del desierto
Una de las actividades que más disfrutamos en la zona de Twyfelfontein fue el safari de rastreo de elefantes del desierto. Los elefantes del desierto solo viven en África, en concreto en los desiertos del Namib y del Sahara, por lo que solamente pueden verse en Namibia y Mali.
En esta zona se suelen desplazar buscando pozos de agua por la cuenca del río Huan, cerca del pueblo De Riet. El safari comienza por la mañana y se va hacia la cuenca del río Huan, en busca de huellas o excrementos que puedan indicar donde están los elefantes. Al ser animales salvajes, no está garantizado encontrarlos y, de hecho, nosotras pasamos unos 30 minutos buscándolos sin éxito. Justo cuando empezábamos a perder la esperanza, localizamos al grupo grande.
Elefante del desierto comiendo
Es impresionante ver elefantes en libertad tan cerca. Los elefantes del desierto (Loxodonta africana) son más pequeños y delgados que los elefantes de la sábana, ya que se han tenido que adaptar al medio en el que viven (peor alimentación y menos agua). Suelen recorrer grandes ríos en busca de alimentos y agua y la planta de sus patas es más ancha para no hundirse por los terrenos blandos.
Normalmente los elefantes van en manadas de 20 a 30 individuos, que están formadas por hembras emparentadas y sus crías. La hembra de más edad es la que dirige al grupo y es la matriarca. Nosotras vimos a un grupo grande, de unos 14 individuos, en los que había crías de unos 2-3 años (ya tenían colmillos). Los machos suelen abandonar la manada cuando llegan a la adolescencia y llevan una vida solitaria, acercándose a las manadas de hembras durante la época de celo.
Los elefantes tienen diversas formas de comunicación para permanecer conectados y transmitir diferentes tipos de información:
- Comunicación visual: para percibir movimientos y comportamientos de los miembros de la manada.
- Comunicación química: gracias a la peculiar nariz pueden percibir estímulos químicos que les sirve para la reproducción y también para detectar alimentos.
- Comunicación acústica: emiten diversos sonidos que resultan determinante para la interacción de los miembros de la manada.
- Comunicación táctil: principalmente entre madres y crías.
- Comunicación por vibraciones en el suelo que recogen a través de la planta de sus pies. Se suelen avisar de si hay hembras ovulando que buscan compañero en época de celo, pero también identifican las primeras vibraciones de terremotos o las vibraciones que provocan los cursos de agua, a veces muy alejados del animal. Esto último es vital en zonas muy secas, donde los elefantes deben desplazarse a lo largo de cientos de kilómetros para conseguir agua.
Elefantes del desierto
¿Cuánto cuesta hacer el safari?
La mayoría de los alojamientos de la zona ofrecen esta actividad y debes tener en cuenta que, aunque es bastante probable encontrar a los elefantes, no se garantiza verlos ya que son animales salvajes.
Nosotras realizamos el safari de rastreo con Twyfelfontein Elephants Drives y el precio es de 900 NAD por persona (unos 45 €). El safari se hace en un vehículo con capacidad máxima para 10 personas y con un conductor que también hace las explicaciones pertinentes. La actividad suele durar unas 4-6 horas, quizás algo menos, todo depende de lo que se tarde en encontrar a los elefantes. En este enlace puedes encontrar toda la información y reservar el safari.
Visitar el bosque petrificado
El bosque petrificado está situado a 40 kilómetros al oeste de Khorixas y aquí se pueden ver troncos de árboles que quedaron petrificados, como su nombre indica. Es un lugar interesante ya que aquí se pueden observar los cambios geológicos y climáticos que han sucedido en Namibia a lo largo de millones de años.
Los troncos petrificados datan de aproximadamente 280 millones de años. Estos árboles eran coníferas, que fueron arrastradas por un antiguo río y quedaron enterradas bajo los sedimentos. Con el paso del tiempo, quedaron al descubierto por la erosión y lo más curioso es que estos árboles sufrieron un proceso de silicificación y se convirtieron en roca. En el pequeño recorrido que se hace durante la visita se pueden ver enormes troncos de madera petrificados, algunos llegan a medir 34 metros de largo y 6 metros de diámetro y lo más interesante es que se pueden ver perfectamente los detalles de la madera, como la estructura de la corteza o los anillos de crecimiento,
Para realizar esta visita hay que pagar una pequeña entrada y es obligatorio llevar guía. Apenas hay sombra durante el recorrido, por lo que recomendamos llevar algo para cubrir la cabeza y agua. Es una visita que solo recomendamos si se tiene tiempo para ello.
Bosque petrificado
Conocer la etnia himba
Los himba son una de las etnias más icónicas del sur del continente africano y son el único grupo étnico de Namibia que aún conserva el estilo de vida que tenía hace siglos. Los himbas viven en la región de Kunene, a ambos lados de la frontera entre Angola y Namibia, en la zona de Kunene. Es un pueblo que está estrechamente ligados con los herero, con quienes comparten sus orígenes, así como el idioma otjiherero. Pero los herero y los himba se separaron aproximadamente hace 200 años.
Nosotras fuimos a visitar un poblado himba cerca de la ciudad de Kamanjab, acompañados por un guía que, en primer lugar, nos explicó cómo saludar y dar las gracias en idioma otjiherero, y después nos acompañó por el poblado mientras nos explicaba diferentes aspectos de la cultura himba.
Sin duda, lo más característico y espectacular de los himbas son los peinados, tanto de hombres como mujeres. Eso sí, en los poblados apenas suele haber hombres ya que suelen estar pastoreando el ganado. El peinado de las mujeres consiste en una serie de trenzas que se untan con una pasta hecha a base de ocre, manteca y hierbas que les sirve para protegerse del sol y de los bichos. Este peinado se lo suelen hacer periódicamente y va variando a lo largo de su vida. Cuando son niñas llevan las trenzas hacia delante, con más o menos extensiones según su edad y cuando contraen matrimonio peinan sus cabellos hacia atrás y llevan un tocado de vaca llamado erembe.
Mujer himba con el tocado de vaca
Los himbas apenas llevan ropa, pero sí llevan muchos ornamentos, collares y brazaletes, en especial las mujeres. Todos esos adornos suelen ser de piel de vaca y cuero y cada uno tiene un significado propio o pueden indicar si, por ejemplo, la mujer ha dado a luz y cuántas veces. Por ejemplo, el colgante con forma cónica de concha blanca que llevan algunas mujeres es muy costoso y solo lo llevan las mujeres más pudientes del poblado.
Los himba son un pueblo seminómadas, que viven en aldeas formados por diferentes grupos familiares. Las casas son circulares, están hechas de adobe y estiércol y son muy sencillas. En nuestro recorrido entramos en el interior de una de ellas. Allí nos explicaron el proceso de higiene de los himbas, que consiste en bañar su piel con los humos procedentes de la combustión de trozos de carbón y hierbas aromáticas. Después cubren su piel con una manta para que el olor se adhiera a su piel y por último se cubren la piel con la pasta de arena roja y grasa animal que les protege del sol.
Mujer himba aseándose
En el centro de la aldea los himbas mantienen prendidas las llamas de un fuego que considera sagrado y que les ayuda a comunicarse con sus antepasados y con su dios creador: mukuru. Este fuego no se debe apagar bajo ninguna circunstancia.
Los himba se dedican a la cría del ganado y han sido un pueblo que ha mantenido y mantiene su modo de vida ancestral. Como ya os hemos comentado, son un pueblo seminómada y eso les ha permitido mantenerse bastante aislados del exterior. Sin embargo, esto ha cambiado en las últimas décadas debido principalmente al aumento del turismo. Al final de nuestro recorrido por el poblado himba las mujeres suelen preparar sus tiendas para que los viajeros que los visitemos compremos algo.
Poblado y casas himba
Esperamos que este post sobre qué visitar en la región de Damaraland os sirva para planificar vuestra ruta por Namibia.
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